sábado, 27 de noviembre de 2010

El Ruletista - Mircea Cartarescu

La suerte existe, y no solo lo digo porque en el relato que acabo de leer sea un personaje más, siempre ausente, sino porque he tenido la suerte de encontrarlo, al azar, y de leerlo. Ha sido como un viaje corto (62 páginas) a las profundidades de Rumanía, solo para poder mirar por unos momentos a través de una ventana y sentirte conmovida por lo que ves.

"Prohibido durante años en Rumanía por lo explícito de su argumento, El Ruletista constituye unos de los más brillantes hitos narrativos de la reciente literatura europea. Esta pieza, tran breve como intensa, narra la improbable historia de un hombre al que nunca le ha sonreído la suerte, un desarraigado que sorprendentemente hace fortuna participando en letales sesiones de ruleta rusa. Multitudes enfervorecidas, presas del morbo, guardan cola para participar en las ceremonias de muerte y redención en que se convierten sus apariciones, y que dan paso a la histeria colectiva. Un escritor moribundo que conoció al Ruletista en su juventud intenta explicar cómo ese hombre insulso termina convirtiéndose en alguien inmortal y aparentemente inexpugnable, cuando en realidad en él solo anida el más desesperado espíritu de la autodestrucción".

Un libro que os recomiendo comprar (9,5 €), creo que es de los que se relee con el tiempo. Corto pero intenso.

domingo, 21 de noviembre de 2010

La impresión que doy

Hace poco una persona me dijo que viendo mi perfil en facebook se desprendía que estaba más salida que el pico de una plancha, a lo que añadió que también visto de una manera provocativa. ¿En serio doy esa impresión? Le contesté. Nada más lejos de mi intención, pero parece ser que ese comentario cayó en mi cerebro que debe de estar hueco porque ha hecho eco y no hace más que repetirse. ¿En serio doy esa impresión?. Debe de ser por las fotos "eróticas", yo prefiero pensar que son sensuales, que subo a menudo. Así que como soy medio borrega he empezado a plasmar pensamientos más profundos en el face. De la otra mitad, lo siento amigo, pero no puedo cambiar mi forma de vestir, me siento cómoda así y eso está por encima de todo.

De todos modos, él me ve así, pero otras personas me ven diferente. Sin ir más lejos esta semana me han vuelto a recordar que soy una viejuna, que ya no salgo....mmmm, pienso, una viejuna que se viste de manera provocativa y que está más salida que el pico de una plancha....madre mía!!! Cómo remonto yo esto!!

Y en esto estaba yo pensando cuando me estaba maquillando esta mañana (creo que el hecho de estar enfrente del espejo y mirarme fijamente ha ayudado un poco), cuando he ido hilando pensamientos y me he dado cuenta de que cuando los niños son pequeños nos empeñamos en que se integren en el grupo, que jueguen con otros niños e imiten sus comportamientos, para luego en la adolescencia pretender que hagan todo lo contrario, que sepan diferenciarse del grupo y no hacer lo que hacen los demás, que no sean borregos....¿Cómo si toda la vida les hemos enseñado lo contrario?

No creas amigo que tu impresión sobre mi ha caído en saco roto, me gusta que me digan lo que piensan de mí a la cara, aunque no se corresponda con la realidad. Y para celebrarlo voy a subir al post una bonita foto nada provocativa ;)

sábado, 20 de noviembre de 2010

2' vs 2h

No más 2'!!!!

sábado, 13 de noviembre de 2010

Y solo iba a por una piedra

Salgo sola a comprar una piedra para las tortugas. Camino callada y abro mis oidos, me divierto enlazando conversaciones. Llego a la tienda, un chiguagua cuesta lo mismo que un portátil (ando mirando uno, el viejo me ha petado), - que vida más relativa -, vuelvo a casa cruzando un parking, tres coches me paran para preguntar lo mismo ¿vas a sacar el coche? (No. Parece ser que solo se puede caminar por un parking si vas a coger o dejar el coche).

Atravieso el Parque del Ebro, ni un alma, y enfilo la Pasarela. Se acerca un grupo de hombres desperdigado, es una despedida, los tres primeros me dicen que los dos siguientes son los peligrosos. Los dos siguientes vienen con pegatina en la frente y oliendo a alcohol que te mueres. Paso de ellos. Todavía queda uno, los otros cinco le jalean para que me diga algo "Oooooscar" (qué horror!!), viene distraido con el móvil en la mano y me dice "Estoy mandando un mensaje a la mujer....le voy a decir que estoy con una chica guapa" (por favor, si ni siquiera me he parado, ni les he dicho nada,.....¿qué les pasa a los hombres?.... Señores de Central Lechera Asturiana, extiendan el uso del bromuro).

Por fin llego a casa. Vaya caminito.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

El poeta y la mujer imperfecta

Érase una vez un poeta que quiso ser soldado. Esculpió su cuerpo y mente en busca de la perfección y se creó, a base de tiempo, una coraza hecha de radicalidad y dureza que le protegía del resto.

Un buen día el poeta se topó con una mujer imperfecta. Se sintió vulnerable porque esa mujer, que no entraba en sus esquemas, le miraba como si pudiera verle por dentro. No había coraza suficientemente gruesa para no ver su alma de poeta.

Huyó sintiéndose herido, sabiendo que la mujer imperfecta le había reconocido.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Los otros

"Hoy me he encontrado con una tipa bastante idiota. No es la primera vez, me he encontrado con idiotas en unas cuantas ocasiones a lo largo de mi vida, pero esta me ha tocado las narices especialmente. Y lo ha hecho porque he reconocido un tipo de comportamiento que tengo bastante localizado. Se trata de la estrategia que llevan a cabo las personas extremadamente inseguras. Esta ella con dos tipos y llego yo a saludar a uno de ellos. Entonces, ella me clava los ojos en cada tramo de mi cuerpo, se pone la mano tapando su boca y le habla al oído al tercero en cuestión mientras yo hablo con el primero en cuestión. Acto seguido, ambos sueltan una carcajada y ella vuelve a mirarme. No quiero ser mal pensada, pero me da que se ha reído de mí. También puede ser que se haya acordado de un gran chiste justo en ese momento, pero ya lo dudo.

¿Cómo solucionar mi inseguridad? Haciendo que sea otro el que se sienta inseguro. ¿Cómo solucionar mi culpabilidad? Haciendo que sea el otro el que se sienta culpable. ¿Cómo solucionar mi mala leche? Es de libro, pero lo peor de todo es que le ha salido bien. Yo, inmediatamente, me he sentido muy vulnerable. Y no era tanto que me importara qué decía exáctamente de mí, sino tener cerca a alguien que te salpica con sus miserias en vez de solucionarlas. Pero bueno, no pretendo utilizar este espacio para poner a parir a esta idiota, insegura, acomplejada y arrogante, no, Dios me libre de dedicarme a insultar a los imbéciles. Es fácil buscar la complicidad de tu entorno para ponerte por encima de quien te provoca inseguridad (que es exáctamente lo que estoy haciendo yo ahora). Incluso existen relaciones basadas justo en esto. Yo te apoyo en tus mezquindades a cambio de que tú me apoyes en las mías. Son relaciones infantiles, adolescentes, no adultas. De hecho, muchas de estas inseguridades vienen arrastradas desde la infancia. La niña más insegura de mi clase aprovechaba cualquier ocasión para reírse de mí delante de mis compañeros. ¡Pero es que teníamos 10 años!

Quizá por este tipo de memorias traumáticas, a mí una de las cosas que más miedo me da en el mundo son los demás (la otra cosa soy yo misma). ¿Por qué nos tenemos miedo? Tenemos miedo a que nos descubran; a que nos desmonten el personaje que tanto nos ha costado construir. Tenemos miedo al rechazo; a quedarnos solos. Y tenemos miedo a que nos transformen en actitudes que en el fondo no queremos cambiar. Vivimos como si fueran los otros los que deciden si valemos la pena, los que deciden cómo somos o quiénes somos. Y esto sólo te puede ocurrir si tú mismo no sabes quién eres. ¿Pero quién lo sabe? ¿Quién tiene estas certezas sobre sí mismo? Probablemente todos las tengamos; puede que estemos tan distrídos en nuestra realidad aparente, que la realidad esencial permanezca dormida mientras no intentemos despertarla. Hasta entonces, nos sentiremos amenazados por los demás, sin saber que los demás siempre estuvieron tan asustados como nosotros. Y me despido con unas palabras para esta chica que se ha reído hoy de mí: puede que me hayas fastidiado la mañana, pero me has solucionado una columna. Estamos en paz." Bárbara Alpuente

lunes, 1 de noviembre de 2010

E-book vs Treebook

Lo mio con los libros es enfermizo, quiero leerlos todos, arranco las páginas de las revistas que recomiendan alguno, entro en una librería y no sé cual elegir, me los llevaría todos, si no fuera por su elevadísimo precio. Esta semana he leído un artículo que hablaba de los e-book con testimonios de gente que alababa su grandísima capacidad (caben cientos de libros en formato PDF en una tarjeta monda y lironda), su ligereza, no dañan la vista, casi no consumen batería, etc....Amazon ya vende más libros en digital que en papel.

Y reconozco que me ha picado la curiosidad ¿sería capaz de leer en este nuevo formato? No voy a renegar de ello como hice con facebook, que ya he escarmentado (no hay más que ver mi perfil, actualizado al minuto - reconozco que estoy enganchada), pero muchas ventajas tiene que tener para compensar el tacto del papel, las ilustraciones (en este punto seguro que ganan en calidad), el subrayar una frase que te llega al alma, el poder dejar un marcalibros (en mi caso utilizo postales que luego dejo dentro, como señas de identidad).

Miro la librería del salón, mi mesilla, el bolso, el rincón de la cocina...siempre con libros, y pienso "Los tiempos cambian, seguiré siendo la última en hacerlo".