Sí, soy cíclica, tan cíclica que no solo soy cíclica semanalmente, sino mensual y anualmente. Me explico, todas las semanas empiezo los lunes con el firme propósito de llevar mejor vida (léase beber dos litros de agua al día, no comer mierdas, hacer deporte varios días, etc....lo de siempre) y al llegar al viernes me lanzo de cabeza al desenfreno de saber que tengo dos días por delante en los que pienso hacer lo que no he hecho durante la semana, es decir, no cortarme un pelo con la comida, la bebida, el sueño, .....los vicios. Y al lunes siguiente, vuelta a empezar.
Pero no se queda ahí la cosa, no, esta serie de semanas se repiten y cada dos, más o menos estoy eufórica (alegre, charlatana, risueña, divertida, ......feliciana), y al de otras dos semanas estoy con un bajón emocional increíble, decaída, tristona, callada!!!!,......y así todos los meses.
Para más INRI soy cíclica anualmente, es decir, en septiembre empiezo con la matraca de que tengo que volver a estudiar (no debo perder el nivel de idiomas, me quedo obsoleta en informática, bla,bla,bla...), y es cuando me apunto a todo tipo de actividades extraescolares (como si con lo que tengo en casa no fuera bastante). En enero sigo con el rollo de "tengo que ahorrar" para llegar a abril y decirme mirándome al espejo "Mañana empiezo la operación bikini".
Soy tan cíclica que de puro cíclica soy previsible. Como siempre digo "A mí se me ve venir de lejos". Esta soy yo
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miércoles, 10 de marzo de 2010
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