"Aquí, ya nadie cree que dormir ocupando la cama en diagonal sea un drama. Y ésta no es una edad de tránsito: te das cuenta de que se han cumplido unos sueños mientras otros nuevos se van instalando en tu cabeza". Este pensamiento no es mío, es de Mara Torres (35 años) presentadora de los informativos de La 2, pero perfectamente podría haberlo dicho yo,... no puedo estar más de acuerdo.
Las treintañeras de hoy en día trabajamos, llevamos la casa, algunas tenemos hijos, pareja, buscamos seguir cultivándonos intelectualmente y avanzar en la vida, o como bien recoge Maitena en sus cómics (y en eso no hay edad)...las mujeres lo queremos todo.
También tengo 35 y creo que lamentablemente no habrá otra década como ésta, abandonas complejos de veinteañera y pasas a una etapa en la que emocional y físicamente te sientes más segura. Confieso que nunca me he visto tan guapa como ahora (en eso nos parecemos las hermanas Viñuela, que no hace falta que nadie nos diga nada, nos lo decimos nosotras mismas y listo....afortunadamente nos hace el mismo efecto). Seguramente será porque me miro con otros ojos, me perdono defectos y relativizo imperfecciones, aunque también me exijo..."antes muerta que sencilla".
Pero el mayor cambio que he experimentado no está en el físico, sino en el aspecto intelectual, ahora no me conformo con cualquier cosa, necesito aprender más, y sobre todo necesito aprender mejor (mejores temas). Me doy cuenta de que maduro cuando veo que busco la soledad, intento sacar momentos para poder estar sola, y cada vez me gusta más. Como dice Concha Buika "la soledad siempre hay que tenerla como aliada, ponerla en un pedestal y adorarla, ya que nos va a acompañar toda la vida". De acuerdo, pero siempre y cuando sea una soledad buscada.
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martes, 23 de febrero de 2010
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