Añoro...

Añoro los días en los que mi mundo giraba en torno a un solo punto, en el que todo mi tiempo era para ellos. Añoro los tiempos en los que era una inconsciente y solo tenía ojos para él, para ellos. Ahora el centro de mi sistema solar se ha desplazado, y aunque intento que los planetas no se muevan, que se queden quietos, no lo consigo.
Añoro los tiempos en los que vivíamos pensando solo en nosotros, en los que vivíamos en ese mundo construído desde hacía mucho tiempo a base de cartas, llamadas, visitas, besos y abrazos.
Ahora solo siento que cada vez es más dificil capear el temporal, que cada vez es más dificil mantener esa unión, por lo menos con tanta intensidad como antes, que cada vez son más los elementos que interfieren.
Pero aun con todo, en el fondo sé que el camino que iniciamos hace tiempo es el correcto, y ahí sigo pasito a pasito, siguiendo la senda, aunque muchas veces me olvide de que estáis a mi lado.
Gracias por esa cuerda que tengo atada al pie, y de la que tiráis cada vez que veis que me elevo para volver a bajarme a tierra.

Vestida de culé

Mira que no soy muy futbolera, y que si tuviera que defender un equipo lo haría con el Athletic Club de Bilbao (ni con la mitad de intensidad que mis amigas que son capaces de ir a su propia boda con la camiseta del equipo), pero después de ver los 4 golazos de Messi ayer ante el Arsenal, una no puede más que quitarse el sombrero,.....bueno, en mi caso el vestido, que inconscientemente (o influida por alguien, nunca se sabe) me he puesto esta mañana.

El caso es que no me había dado cuenta de que tiene los colores del Barça hasta que me lo ha dicho un compañero culé. Prometo llevarlo el día después de que este equipo levante la copa de la Champions en el Bernabeu, a sabiendas de que no habrá abrazos suficientes para consolar a Jesulín (compañero de fatigas diarias).