lunes, 3 de octubre de 2011

Mujer que reinvindica lo que le gusta busca...

Me he vuelto vaga, sí, con las cuatro letras, en tema de lectura me he pasado a la "sit-comedy", a la lectura ligera que me ofrecen las revistas de moda y/o revistas para mujeres (a falta de un buen libro que no termina de llegar, algo hay que hacer además de leerte la composición alimenticia de cualquier caja de cereales y folletos de supermercados).

Y es que estas revistas me hablan de lo que quiero escuchar, moda, música, viajes, arte, sexo...Este fin de semana leí un debate titulado "¿Qué pasa cuando ella es mayor que él?", dicho así, crudamente, me echa para atrás hasta mí, y el caso es que no decía gran cosa, pero hubo una frase que llamó mi atención porque la suscribo totalmente (incluso suelo subrayar las frases). Dice así: "Las mujeres llegamos a una edad donde nos dejamos de limitaciones y empezamos a reinvindicar lo que nos gusta". Y sí, esa edad comienza a los treinta y tantos para llegar a su climax en los cuarenta y tantos. Yo lo estoy viviendo, sin ir más lejos. Cuando te ves económicamente independiente, cuando has tenido hijos (no es obligatorio pero creedme que los hijos te hacen ser más madura y responsable a base de tortas) y te demuestras a tí misma que puedes tirar del carro tu sola (ojo qué duro es ésto), cuando te ves segura por dentro y por fuera......ya no te andas con chiquitas, las mujeres demandamos lo que queremos, y lo queremos ya.

"Cougars" con sus "toyboys" que cada vez son más numerosas, mujeres a las que les atrae la actitud positiva y optimista de los hombres más jóvenes, por encima de la atracción física y que nos dejan ver la otra cara de la moneda, hombres cuarentones con hijos que se ven buscando jovencitas que podrían ser sus hijas. Creo positivamente que las mujeres tenemos las de ganar, creo que sabemos salir adelante y rehacer nuestras vidas sin la necesidad acuciante de encontrar otra rama a la que saltar para no reconocer que te has quedado en el aire, o lo que es mucho peor, no sabes estar sin tener a alguien al que agarrarte.

Y esto lo escribo hoy cuando llevo todo el día tirando del carro de mi trabajo, nuestros hijos, nuestra casa, y mi vida......y porque llevo todo el día tirando del carro de mi trabajo, nuestros hijos, nuestra casa y mi vida.....

martes, 30 de agosto de 2011

H2O, la fórmula de la vida, capaz de despejar la mente y dejarte absorta en tus pensamientos...."¿qué piensas?" (me pregunta)...."nada" (respondo), no por no decirle lo que pienso, sino para que me deje seguir haciéndolo (pensar y no hablar), ahora que el pensamiento fluye no quiero interrumpirlo. No espero que se me ocurra nada brillante, pero me divierte ver qué conexiones cerebrales sigue mi mente y hacia dónde deriva.

Y es que el agua es capaz de hacer que no pensemos en nada....o que lo hagamos en chorradas como ésta.

lunes, 13 de junio de 2011

La petición

"El orden de los factores no altera el producto". Falso cuando uno de los factores es el tiempo. El tiempo separa más que la distancia. El tiempo hace que no se esté en un mismo "ahora", que se rompa el ritmo, te abduce a otra dimensión que no puedes traspasar.

Últimamente he abierto mis sentidos, he visto, he leído, y me he dado cuenta de que en mí no vale más una imagen que 1.000 palabras, vale más una frase que se ha quedado en mi cabeza repitiéndose como un mantra "Déjame tenerlo"....eso viniendo de una persona esquiva tiene más connotaciones de las que puede parecer. Suelta entre otras frases ha hecho que todo se borre y solo quede ella...¿cómo una súplica? No lo creo. ¿una imposición? Tampoco. Una simple petición que no es tan simple.

lunes, 30 de mayo de 2011

¿Qué hace usted para ser feliz?

Según el psicólogo Javier Urra:
1.- Entender que la vida es limitada. Si fuéramos siempre felices no sabríamos que lo somos, y no lo seríamos.
2.- No pedir a la vida más de lo que me puede dar.
3.- Intentar dar a los demás, al entorno, tanto o más de lo que quiero recibir.
4.- Aprovechar los pequeños momentos y, cuando estoy siendo feliz, ser consciente de ello.
5.- Saber que lo que importa no es el yo sino el tú o, en tal caso, el nosotros.
6.- Relativizar los problemas, escalonarlos.
7.- Ponerle mucho humor.
8.- Ser autocrítico.
9.- Intentar ser simpático, agradable.
10.- Conocer a gente nueva y aprender qué siente, qué piensa.

¡Qué fácil es escribirlo! (y más aún copiarlo), pero ¿realmente somos felices? La mayoría de los españoles contesta sí ante esa pregunta, y una misma se mete en ese saco añadiendo la coletilla de "unas veces más que otras". Lo que está claro es que nosotros mismos nos creamos nuestra propia infelicidad, si lo que nos dicen nos afecta más o menos, si nos exigimos demasiado (hay que estar perfecta físciamente y tener éxito en la vida), si nos volvemos pasivos sin fijarnos metas, etc... Y yo me pregunto ¿ésto no es genético también? Quiero decir, todos conocemos gente que inspira paz cuando hablas con ella, gente que está siempre alegre y se toma la vida con buen humor, pero que siempre ha sido así......y otra gente que tiende a ver el vaso medio vacio lo mire como lo mire.

Como todo en la vida, hay que querer ser feliz para serlo. Si muchas veces no lo somos es porque irradiamos negatividad, y eso es lo que recibimos.....y os lo dice una que:

1.- Quiere vivir etérnamente en el país de la golosina.
2.- Cree firmemente que siempre se puede ir a más y no se conforma.
3.- Da mucho a los demás, pero a la que también le gusta recibir (aunque no sea en la misma medida).
4.- No se acuerda cuando está siendo feliz (el alzheimer es lo que tiene....)
5.- Es egoísta aunque no quiera reconocerlo.
6.- Eso de relativizar se queda en la Teoría. Todo es un trauma si a quien le afecta es a la que escribe.
7.- Se ríe de un cuadro menos de sí misma.
8.- Es demasiada autocrítica y así le va....(a la dieta me remito).
9.- Intenta ser simpática y agradable, pero se le nota demasiado cuando alguien no le cae bien.
10.- Éste es el único punto que cumple (conocer gente nueva y aprender qué siente, qué piensa)....siempre y cuando no invadan su espacio vital, claro.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Amores de calidad

Entre pincho de tortilla y zurito, sola en la barra de un bar, esta mañana he leído un artículo de una revista escrito por Edurne Uriarte, que directamente he arrancado y metido al bolso porque me ha llamado la atención.

Se titula "Amores de calidad" y dice lo siguiente:

"Me gustaría creer que la inteligencia emocional se puede educar y desarrollar, que no estamos irremisiblemente condenados a ser víctimas de nuestras emociones y de nuestros impulsos, de las emociones mal encaminadas y de los impulsos equivocados, claro está. Especialmente en el amor, ese sentimiento en el que tan poco lugar dejamos a la razón, a la reflexión, a la inteligencia; ése que nos hace más felices pero también más desdichados. Como si todo estuviera sujeto al destino y no a nuestra voluntad. O a nuestra inteligencia emocional.

¿Por qué no educar para el amor? Para la felicidad, para el equilibrio, para el amor de calidad. Algo que los adultos escarmentados con nuestros propios errores intentamos transmitir a nuestros hijos, con la faltal resignación de que probablemente deberán cometer sus propios errores para entender lo que les decimos. Y que la suerte, la casualidad, las caprichosas e incontrolables emociones decidirán su bienestar. Rendidos de antemano a las tiranías del amor, para ellos y para nosotros. Paralizados, al fin y al cabo, por otro tipo de educación, aquélla que nos ha enseñado que los sentimientos no se pueden gobernar por mucho daño que nos causen."

Y yo me pregunto ¿realmente se puede enseñar a controlar los sentimientos sin reprimirlos? ¿qué haces cuando te sale de dentro decirle a alquien "Te quiero" o "Qué bonito eres" porque así lo estás sintiendo? ¿hay que callarse?....No.

Con la poca o mucha inteligencia emocional que tenga, pienso educar a mis hijos en la libertad de sentimientos, aunque sepa que algunos de ellos les duelan, pero que no dejen de experimentar solo por el miedo a sentirse heridos. Como decía mi abuela, de todo se aprende.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Blanco nocturno (Ricardo Piglia)

Primera novela que leo de Ricardo Piglia y me ha gustado. Al principio estaba expectante, por momentos decepcionada, pero segun transcurre la historia y aparece Emilio Renzi (por lo visto tradicional personaje de Piglia; como no he leído otra de sus obras no lo puedo constatar) el relato va cogiendo fuerza y Piglia se desinhibe. Nos muestra sus sentimientos y pensamientos escondido tras ese personaje con una fuerza y una manera de escribir y describir deliciosa.

Es un libro que va de menos a más, de los que se leen lento, a capítulo por noche, cada vez más denso pero mejor, de los que no te enganchan pero te dejan la sensación de haber leído un buen trabajo.

Hay un personaje, Sofía, una de las hermanas gemelas Belladona, que en una conversación con Renzi habla de su madre y su pasión por la lectura (pag. 251). Me gustó ese párrafo que dice así:

"_Mi madre dice que leer es pensar - dijo Sofía -. No es que leemos y luego pensamos, sino que pensamos algo y lo leemos en un libro que parece escrito por nosotros pero que no ha sido escrito por nosotros, sino que alguien en otro país, en otro lugar, en el pasado, lo ha escrito como un pensamiento todavía no pensado, hasta que por azar, siempre por azar, descubrimos el libro donde está claramente expresado lo que habíamos estado, confusamente, no pensado aun por nosotros. No todos los libros, desde luego, sino ciertos libros que parecen objetos de nuestro pensamiento y nos están destinados. Un libro para cada uno de nosotros. Hace falta, para encontrarlo, una serie de acontecimientos encadenados accidentalmente para que al final uno vea la luz que, sin saber, está buscando."

miércoles, 16 de febrero de 2011

Reflexiones en voz alta

"El sexo es la manera que la naturaleza tiene de engañarnos para perpetuar la especie", no es exácta la cita y no me acuerdo quién la dijo pero no puedo estar más de acuerdo.

Cuando éramos adolescentes nos incidían en que usásemos condón para no quedarnos embarazadas/os porque pensaban que a esa edad no estábamos preparados para tener hijos (sin hablar de las enfermedades de transmisión sexual)....pero ¿a qué edad se está preparado para tener hijos?, ¿a los 20, 30, 40...? ¿por qué nunca nos hablaron de lo dificil que es criarlos? ¿por qué nunca nos dijeron que los hijos, en ciertos momentos, desunen más que unen una pareja?.

Mañana tenemos exámen de Ciencias, digo tenemos porque desde que Marcos tiene exámenes estudiamos los dos..... Y aquí estamos los humanos (vivíparos, vertebrados y omnívoros) perpetuando la especie.....menos mal que nosotros sí disfrutamos con la reproducción.

lunes, 24 de enero de 2011

Los detectives salvajes (Roberto Bolaño)

He tardado más de un año y tres meses en leer esta novela, no porque no me gustase, sino por todo lo contrario.

Hace más o menos ese tiempo, un poco menos, un amigo me recomendó otro libro citándole como "su libro". Nunca había oído que alguien considerase un libro como suyo, sí con las canciones ("esta es nuestra canción"...cuántas veces lo habremos oído y/o dicho), pero no con un libro....y me gustó, siempre hay una historia detrás que hace que uno lo considere como suyo.

Mi historia con "Los detectives salvajes" comenzó el 10 de octubre de 2009, no pasaba por una buena época, siempre con el ánimo decaído, dándole vueltas a la cabeza por nimiedades, irascible.....en una palabra, rara. Ese sábado por la mañana llevé a la niña a natación (una excusa para estar sola), hacía frío y entré en la librería (hago un alto en el camino para explicar ese artículo "la", hay más de una en Logroño, pero yo siempre acabo en la misma). Después de deambular por las estanterías y ojear alguno, ví que uno de los libreros me miraba y me acerqué para pedirle que me recomendara uno. Le comenté el tipo de libros que suelo leer, ya no me acuerdo cuales cité, y vino con éste. Recuerdo que me dijo que empezara con "Los detectives salvajes", como dando por sentado que seguiría con más del mismo autor.

Efectivamente dió en el clavo. Este libro me ha atraído desde el principio, me ha ido haciendo un ovillo como una araña con su presa, despacio, lento. No es un libro que se lea fácil, al contrario, es duro, arduo, con multitud de personajes a cada cual más raro, con su propia forma de hablar y su vocabulario, la mayoría de la veces desconocidos para mí ya que son centroamericanos o sudamericanos con expresiones, palabras y verbos diferentes a los nuestros.

Le he sido infiel multitud de veces, lo dejaba en la mesilla y leía otro, otros, muchos, pero siempre volvía a él. Realmente quería y no quería que se acabase....como cuando te pica y te rascas y te duele, pero sientes placer y no dejas de arrascarte....mi relación con este libro ha sido así. El mejor libro que he leído nunca, el libro que soy capaz de regalar el día de mi cumple. Mi libro. En el año 2007, el diario The New York Times la consideró como una de las diez novelas editadas en inglés más importantes de ese año; lo mismo hizo el diario Los Angeles Times, y The Washington Post la ubicó en el cuarto lugar de su lista. El diario chino Beijing News situó a "Los detectives salvajes" entre los 100 textos que hay que leer antes de morir.

Este año mi madre me preguntó que qué quería como regalo de cumpleaños. Solo pude decir 2666

miércoles, 12 de enero de 2011

La cena (Herman Koch)

"Ya lo he leído, no te importará, no?" Me dijo mi madre aludiendo al libro que me dejaría debajo de la servilleta en la cena de Nochebuena (costumbre familiar). "Claro que no, ama, cómo me va a importar!" le dije, "Es que quiero que lo leas para que veas hasta qué punto los padres hacemos cosas por los hijos. Yo me lo he leído en un día, te atrapa desde el principio"....Bueno, pensé, no es que tengamos los mismos gustos literarios mi madre y yo, pero por una madre una es capaz de todo. Así que una vez más aparqué a "Los detectives salvajes" de Roberto Bolaño para leerlo (total iba a ser un día....ingenua de mí).

El libro está basado en un hecho real, el homicidio en un cajero automático de una indigente a manos de dos adolescentes en BCN. El autor lo ha ambientado en Amsterdam y todo discurre alrededor de una mesa, durante una cena a la que asisten los padres de ambos primos (autores del delito).

El argumento tenía muy buena pinta, los capítulos eran cortos y ralatados con cierta ironía....vamos que se podía leer bien y rápido....si no fuera por el excesivo empeño del autor en fijarse en los detalles (he de decir que a mí me gusta cuidar los detalles, pero no hasta el punto de describir cómo el dedo meñique del maître sobrevuela cada plato, con su respectivo detalle de los ingredientes que los componen, su origen y procedencia y la madre que lo parió). Y yo desesperada.

Hay veces que los libros me ponen de mal humor, sobre todo cuando no me gustan pero sé que no puedo dejar uno sin terminar (problema mío), éste ha sido uno de ellos, sin llegar a los límites de "La última lección" (Randy Pauch) que aun describíendome sus últimos días de cáncer, me creó tan mala uva (por no decir mala hostia) que aun lo recuerdo y me pongo mala.

Pero no voy a hacer como Herman Koch y no me voy a ir por las ramas a la hora de comentar lo mejor del libro, su temática, ¿qué haríamos (los que tenemos hijos sobre todo) si nuestro hijo de 15 años acaba cometiendo un delito inintencionadamente que podría llevarle a un correccional de menores, aun sabiendo que ni la policía ni nadie lo puede identificar? ¿lo delataríamos? ¿podríamos vivir sabiendo la injusticia que ha cometido? ¿hasta dónde llegamos los padres por justificar a nuestros hijos o por protegerles?

Por mi parte la respuesta es clara, no justificaría su delito, pero no le destrozaría la vida delatándole. Creo que el instinto de protección está por encima de cualqueier valor (social o personal), por lo menos en mi caso (como diría Belén Esteban, "Yo por mi hijo/a MA-TO").

Bromas a parte, no os recomiendo su lectura, hay libros mucho más interesantes que éste.....y voy a ver si termino "Los detectives salvajes" que llevo ya más de un año con él (aunque este libro es un caso aparte).

lunes, 3 de enero de 2011

Una vez al año no hace daño....baby

Bueno, bueno, querido amigo, si has llegado hasta aquí es porque te has sentido atraido o bien por la foto o bien por el título (ambas dos con una clara connotación erótica), y es que últimamente me estoy dando cuenta de que por mucho que escriba sobre libros en este blog y enlace al facebook, no le interesa a nadie (y lo entiendo, no a todo el mundo le tiene que gustar la lectura y menos el tipo de libros que una lee), pero basta con que ponga una foto "sensual" aun con un comentario trivial para que la gente pulse el Like it o haga comentarios (cosa que agradezco y que me hace pensar al mismo tiempo).

Y es que nos gusta el sexo más que a un tonto un lápiz, y digo "nos" para incluirme aun sabiendo que personalmente no pienso mucho en ello, lo que no significa que no lo practique o que no le de importancia, pero la verdad es que no lo tengo siempre en mente.

Atención que voy a decir una generalidad (perdón por ello), sinceramente pienso que para los hombres el sexo es algo más físico que para las mujeres, y me explico, creo que ellos lo tienen siempre en la cabeza, que de alguna manera tienen conectado el cerebro con el pene y se guían más por los impulsos que nosotras, para las que el sexo tiene más connotaciones emocionales. ¿De qué sirve follar sin un beso ni un abrazo? ¿Solo para descargar adrenalina? Genial!!! no digo yo que no, pero entonces el sexo se queda vacío, hueco, sin consecuencias...que no está mal si uno es consciente de ello o es lo que busca.

Puede que el hecho de subir fotos "sensuales" lleve implícito un deseo interno o una carencia....bufff!!! chorradas!!!! Creo que tanto ver la serie "In treatment" donde un psicoterapeuta analiza a cinco personajes me está influyendo demasiado....voy a seguir subiendo críticas de libros y fotos sensuales ¿no te parece?.

sábado, 1 de enero de 2011

Los perros negros (Ian McEwan)

O cómo leerse un libro solo porque te guste el título y la foto de portada (además de que a tu madre le guste cómo escribe el autor.....cosa que me trendría que haber disuadido de hacerlo).

La lectura de este tipo de libros solo sirve para darte cuenta de cuándo tienes uno realmente bueno en las manos. Éste no es el caso.